La Asociación Médica Británica indicó que la concentración de niveles de toxinas en los vehículos es 23 veces más alta que las halladas en un bar cerrado
LONDRES (EFE).- La Asociación Médica Británica (BMA, según sus siglas en inglés) recomendó hoy que se prohíba en el Reino Unido fumar en los automóviles tras unas investigaciones que alertan sobre el peligro que ello supone para la salud.
La BMA pide que se extienda también a los coches la actual prohibición de consumir tabaco en los lugares públicos porque la concentración de niveles de toxinas en los vehículos es 23 veces más alta que las halladas en un bar donde se fuma mucho.
Según la asociación médica, el llamado fumador pasivo que viaja en un automóvil puede tener problemas en los pulmones, mientras que los niños son particularmente vulnerables porque sus sistemas inmunológicos están menos desarrollados.
La BMA considera que es necesario que el país tome medidas duras, como una total prohibición, incluso si un automovilista viaja solo porque las toxinas permanecen en el vehículo y pueden ser peligrosas para una persona que suba después al coche.
La directora del departamento de ciencia de la asociación, Vivienne Nathanson, admitió hoy que la prohibición puede ser una medida "audaz y valiente" pero hay pruebas suficientes para justificar extender la actual prohibición en materia de tabaco.
Algunos estados de EEUU y Australia y provincias de Canadá han introducido un tipo de legislación en este sentido, pero está centrada sobre todo en el caso de la presencia de niños en los coches.
Sin embargo, la BMA puntualiza que una prohibición total sería la mejor opción porque sería más fácil de controlar.
Esta recomendación al Gobierno fue hecha después de que los integrantes de la asociación votaran este verano a favor de presionar para prohibir el tabaco en los coches.
Pues seguramente saldra adelante la prohibicion, siempre que los ingleses empiezan con algo parecido se acaba imponiendo en todo el mundo.
ResponderBorrarDe todos modos el que fume con niños dentro del coche no tiene perdon.
Manuel