miércoles, 7 de enero de 2009

Altos niveles de contaminación en el estuario de Bahía Blanca

Lo revela el análisis de la concentración de 17 tipos de hidrocarburos muy tóxicos

(Agencia CYTA-Instituto Leloir).- El estuario de Bahía Blanca, un ecosistema muy particular dentro del extenso litoral marino argentino, ubicado en el litoral sudoeste de la provincia de Buenos Aires, "presenta algunas áreas definidas como «zonas calientes» por sus altos niveles de contaminación por hidrocarburos aromáticos policíclicos", señala el doctor Andrés Arias, becario posdoctoral del Conicet, en el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO).

Un estudio publicado en la revista científica Environmental Monitoring and Assessment reveló los resultados del análisis de niveles de concentración de 17 tipos de hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH, según sus siglas en inglés), que integran el grupo de los contaminantes orgánicos prioritarios en cuanto a su monitoreo y control en el nivel mundial.

"Son constituyentes naturales del petróleo crudo y conforman una fracción de hasta el 20% del total de hidrocarburos. También son generados por procesos de combustión incompleta a alta temperatura de diversos tipos de materia orgánica. Entre todos los hidrocarburos, esta familia de compuestos es considerada la potencialmente más tóxica. Los PAH son compuestos altamente resistentes en el ambiente", indica Arias, uno de los autores del trabajo.

El trabajo realizado por investigadores del IADO, de la Universidad Nacional del Sur y de la Universidad Autónoma de México, indica que si bien el nivel medio de PAH (naftaleno, acenafteno, fenantreno, antraceno, benzoapireno, entre otros) hallado sobre la zona interna del estuario de Bahía Blanca ubica a ese sistema marino costero en el rango de niveles bajos a moderados de contaminación, los resultados obtenidos muestran que hay zonas que presentan niveles altos.

"Para dar un ejemplo, en uno de los sitios de muestreo, la suma de concentraciones de los PAH analizados fue del orden de las 10.000 partes por mil millones (nanogramos de contaminantes por gramo de sedimento seco), una cifra que se encuentra muy por encima de los niveles regulados como máximos para suelos de uso industrial en muchas legislaciones vigentes en otros países", destaca Arias.

Indicios preocupantes
El estudio indica que estas concentraciones exceden largamente los topes máximos hallados, por ejemplo, en el estuario de Gironde y Bahía de Arcachon (Francia), Bahía Daya (China) y en el estuario del Río de la Plata. Se encuentran, en cambio, en el orden de las halladas en Veracruz, en el centro del golfo petrolero de México, y en el puerto de Barcelona, España.

Asimismo, el trabajo revela que las concentraciones máximas se hallan en el área más cercana a las industrias. "En la parte norte del estuario se asienta uno de los mayores polos petroquímicos de América del Sur, dos grandes puertos activos, una base naval militar, una flota pesquera artesanal, la ciudad homónima y varias ciudades satélites que ascienden en conjunto a más de 350.000 habitantes. Este escenario plantea una problemática ambiental creciente en torno a la exposición, impacto y acumulación de compuestos contaminantes", asegura Arias.

De acuerdo con los autores, los resultados mostraron una clara predominancia de PAH originados por procesos generados por las actividades humanas relacionadas con la combustión y la pirólisis de la materia orgánica; por ejemplo, la quema de combustibles, las chimeneas, el parque automotor, entre otros, por sobre los PAH de origen netamente petrogénico, como los vertidos directos de petróleo.

Los PAH tienen diversos efectos en los organismos vivos que "comienzan con alteraciones bioquímicas, afectando diversas enzimas y dañando su sistema detoxificador, por ejemplo el hígado. Luego, alteran el sistema inmunológico y reproductivo y, como consecuencia, provocan una reducción paulatina del número de individuos. Los signos visibles enmuchos peces incluyen ulceraciones de la piel y putrefacción de aletas; sin embargo, quizás el peor de éstos sea el daño al material genético, que además de dar lugar a carcinogénesis, permite propagar alteraciones en las generaciones futuras".

Vacío legal
Existe un programa gubernamental de monitoreo de diferentes matrices ambientales implementado por la municipalidad de Bahía Blanca desde hace años, y que a partir de 2008 comenzó a analizar muestras de sedimento del estuario a fin de determinar concentraciones de PAH.

"El programa es muy completo y satisfactorio, puesto que abarca el estudio integral del estuario, incluyendo múltiples contaminantes, que se implementan gradualmente. El IADO participa como asesor del programa y colabora en la puesta a punto del método de análisis de PAH, para comenzar con su monitoreo."

Desde otro ángulo, Arias afirma: "En cuanto al marco legal, a diferencia de otros países, la regulación de niveles de PAH para ecosistemas costeros en la Argentina es escasa e incompleta. Los niveles de PAH hallados en sedimentos costeros no parecen ser contemplados actualmente por las leyes nacionales. Los resultados de este estudio reflejan la necesidad de extender la legislación sobre estos sistemas".

Por otra parte, Arias sostiene que es necesario sentar las bases de programas de monitoreo sistemáticos sobre los efectos de los PAH contaminantes en la flora y en la fauna.

Fuente: Diario La Nación
Imágen: Scielo

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