Ambiente: Poco para celebrar y mucho para preocuparse

El Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra hoy (5 de Junio), es uno de los principales vehículos que las Naciones Unidas utilizan para fomentar la sensibilización mundial sobre el medio ambiente y promover la atención y acción política al respecto.
Los objetivos son darle una cara humana a los temas ambientales, motivar que las personas se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y equitativo, promover el papel fundamental de las comunidades en el cambio de actitud hacia temas ambientales, y fomentar la cooperación, la cual garantizará que todas las naciones y personas disfruten de un futuro más prospero y seguro.
Indudablemente, que los objetivos son por cierto loables, pero hasta el momento presentan más de discurso que de acciones.
A nivel mundial el derrame de petróleo que por estos días inunda las costas estadounidenses, es una muestra más de la desidia y el riesgo que generan las políticas actuales, que no han tenido en cuenta el factor medioambiental en la mayoría de los casos.
Aún los países más desarrollados han mostrado gran insensibilidad en el problema, que ellos mismos han ayudado en mucho a generar.
Sólo se han visto algunos atisbos por parte de estados y empresas, para llevar adelante mejores condiciones de vida para los moradores actuales del planeta y lo que es aún mucho más comprometedor, con los que vendrán.
La Argentina mantiene una “deuda interna”, casi tan faraónica como la económica, en materia de defensa de la ecología.

Constitucional
La reforma constitucional de 1994, introdujo en nuestra Carta Magna, el cuidado del medio ambiente, sin embargo, desde aquel momento hasta ahora, la omisión ha sido moneda corriente por parte de los gobiernos y no se han alcanzado ni siquiera los más mínimos objetivos proyectados en aquel entonces.
El Riachuelo y hasta el mismo Río de la Plata, son hoy ejemplos vergonzantes de corrupción e ineptitud.
Por un lado, aún las empresas siguen vertiendo allí sus peligrosos desechos a pesar de las prohibiciones, por el otro, los funcionarios a cargo han mostrado su escaso profesionalismo en la gestión, pasando uno tras otro sin solución de continuidad, terminando por acrecentar los inconvenientes.

Fuente: El Debate